Llega la hora de la comida y solo piensan en tener sexo. Se ven todos los días, se gustan, pero ninguno de los dos tiene el coraje de dar el primer paso. Ni aunque se sientan cerca son capaces de dirigirse una palabra, solo miradas furtivas, en busca de algún roce o aproximación. Esta es la historia divertida contada por Danny Sagra en la película "A Lunch Break Romance" que está dando mucho de qué hablar en foros femeninos y en la que la hora de la comida se convierte en una buena ocasión para flirtear.
Pero, ¿por qué es tan excitante hacer el amor en la pausa para la comida? La sexóloga catalana y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, la doctora Francisca Molero, cuenta a El Confidencial que la franja de dos a cuatro de la tarde es en la que más sexo se tiene "por una cuestión de tiempo".
-¿El estrés del día a día nos hace tener menos sexo?
Suelo tratar a parejas que tienen serios problemas para encajar sus horarios laborales, hecho por el que no le dedican el tiempo suficiente a la actividad sexual. Hay que hacer un esfuerzo, buscar la motivación para encontrar yagendar un hueco porque el sexo es fundamental para que cualquier tipo de relación funcione bien.
-¿Tenemos diferentes biorritmos eróticos?
En una pareja uno puede ser más diurno y el otro más nocturno y en algún momento del día sus biorritmos eróticos coinciden. En este caso, la franja de la comida o la siesta -sobre todo en verano- es el mejor momento para tener sexo. Es un momento que se valora de manera positiva porque en días de trabajo no hay niños a esa hora en casa y las parejas pueden aprovechar para quedar a comer y tener encuentros sexuales.
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